Votando (obligado por el sistema). Frases de argentinos como "votar es un derecho y mi deber ciudadano" demuestran la represión psicológica que ejerce una institución tan siniestra como el Estado y sus adalides (los políticos). La democracia (la represora psicológica) convence foucaulteanamente al ciudadano (mediante materias en el secundario como Ed. Cívica) de su obligación de ir a votar.
En mi caso esta represión siniestra no surte efecto. Voto por el castigo (multas, obstáculos en migraciones, etc) que representa no hacerlo. (Castigo que no existiría si estuviese científicamente comprado que votar está bien).
Estoy determinante en contra de absolutamente todas las obligatoriedades. En los Estados Unidos de Norteamérica no es obligatorio votar y nadie duda de que sea un país democrático.
La prueba del delito. Uno sufraga con un sobre marcado.
¿Cómo sé yo que esos garabatos no son códigos encriptados que identifican cada uno de los sobres?
¿Qué pasa si un puntero político obliga a un sufragante a votar a 'X' de manera coercitiva y luego, para comprobar fehacientemente que el susodicho haya cumplido su orden, revisa el sobre marcado para cerciorar que adentro esté la boleta de 'X'?
Muy democrática la "democracia".
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