Primera etapa de la lingüística moderna
Se conoce a Ferdinand de Saussure (1857-1913) como el padre de la lingüística moderna, la ciencia que estudia la lengua.
Según este lingüista, una lengua es un sistema de signos (lingüísticos, obviamente). ¿Qué es un sistema? Podríamos pensar en una definición clásica: un conjunto de elementos que comparten el mismo fin. En nuestro caso, esos elementos son los signos lingüísticos mentales. De Saussure era un mentalista, por lo cual considera la lengua como un sistema psíquico.
El signo lingüístico está conformado por dos partes inseparables una de la otra. Es decir que es como una moneda, la cual tiene dos caras que son indivisibles la una de la otra. Una es la parte "material" del signo: una cadena de sonidos. En un primer momento De Saussure llama a esto "la imagen acústica", pero posteriormente lo denomina "significante".
Este significante está asociado inseparablemente a un concepto, idea o significado. Por ejemplo, la sucesión de sonidos "celular" está asociada a la representación mental de "aparato móvil que sirve para comunicarse".
En consecuencia, el signo lingüístico es la unión entre un significante y un significado.
Además, De Saussure explica también que esta relación inseparable entre significante y significado es arbitraria y/o inmotivada (luego el semiológo estructuralista Roland Barthes aclarará que el signo no es arbitrario, sino pura y exclusivamente inmotivado).
Esto quiere decir que no hay un motivo por el cual los significantes queden asociados a sus significados correspondientes. En otras palabras, no hay un motivo por el cual la idea/concepto de árbol esté asociada al sonido "a-r-b-o-l". El signo "árbol" podría haber sido "bólar" o "barlol" o "riponete" o cualquier otra cosa. En conclusión, el signo lingüístico es arbitrario. O mejor dicho, inmotivado.
Ustedes podrán decir "¡Pero profe Saussure, usted está equivocado: hay signos que sí son motivados! Por ejemplo, el ascensor tiene ese nombre porque asciende. Hay un motivo para que el ascensor se llame ascensor, no es arbitrario". Esta apreciación es válida, pero imprecisa, sin embargo De Saussure podría contestar: "Esa observación es interesante, pero equivocada. Si bien es cierto que pareciera que no es arbitrario que el ascensor tenga esa nombre, ya que efectivamente es un objeto que asciende; sí es indiscutiblemente que no hay ningún motivo para que el verbo ascender, que es el verbo desde donde toma su nombre el ascensor, se llame ascender y no de otra forma, tranquilamente este verbo podría haberse llamado de una manera totalmente distinta. El hecho de que el verbo ascender sea ascender es totalmente inmotivado.
Ahora bien, ¿qué significa esto de "representación mental"? ¿Qué es esto de que la lengua es "psíquica"? Esto es muy importante. No debemos cometer bajo ningún punto de vista el error epistemológico de asociar a la lengua saussureana con la realidad. La teoría de Saussure es pura y exclusivamente abstracta. El no está pensando en cosas concretas de la realidad ni mucho menos en nombres de esas cosas. No debemos pensar los signos linguísticos de la lengua saussureana como "etiquetas de cosas" y sus cosas asociadas. ERROR. Eso estaría muy pero muy mal. La lengua de De Saussure es psiquíca. Es pura y exclusivamente mental. Entonces en lo que está planteando Saussure es en la representación mental de esas cosas y, en todo caso, en la representación mental de su nombre. En lo que respecta al significado, Saussure no piensa en un árbol verdadero, él piensa en lo que nuestra mente entiende por árbol.
(Una pequeña apostilla de color: entre lingüistas es comiquísimo que se conoce a Louis Hjelmslev como un lingüista más formalista incluso que De Saussure -o también lo podemos pensar como más saussureano que Saussure-. En este sentido, Hjelmslev encuentra materia -en el sentido de lo opuesto a forma- adentro de la forma de Saussure. ¿Esto qué rayos quiere decir? Para De Saussure el significante es forma, obviamente. Sin embargo, para Hjelmslev el significante no es forma pura: tiene materia adentro. Es decir que al significante todavía se le puede extraer materia, todavía se lo puede "purificar". ¿Cuál es la materia que encuentra Hjelmslev en el significante? Pues el material fónico, es decir la fehaciente pronunciación de los significantes, por ejemplo pronunciar efectivamente en la realidad árbol, es decir emitir realmente los sonidos correspondientes al significante árbol. En este caso, entonces, la forma pura de la forma sería exclusivamente la representación mental de esa pronunciación, nuestro conocimiento mental de esa pronunciación, es decir la representación mental de que arbol se pronucia arbol.)
Por otro lado, debemos agregar también que para Saussure el sistema de la lengua es una suerte de convención social, para este lingüista suizo la lengua está ubicada en la suma de las mentes de una sociedad determinada, como si los grupos de personas compartieran la lengua en sus mentes.
Relaciones asociativas o paradigmáticas
Para hacer más clara la diferenciación entre significantes y significados
Saussure ve que hay dos maneras de agrupar a los signos: por su
significante por un lado y por su significado por otro (este en la escuela
se aprende cuando se buscan sinónimos).
Ejemplos:
- Asociación de significados: "gato" y "felino" comparten similitud en lo que respecta al significado: el animal doméstico de cuatro patitas que hace miau 🐈.
- Asociación de significantes: "gato" y "pato" tienen similitud en su forma, pero significados diferentes.
Vemos aquí que las palabras no solo se pueden agrupar por su semántica, sino también por su forma (esto sirve mucho en poesía, las rimas son relaciones asociativas de significantes).
El valor lingüístico
(lección avanzada)
Esta es probablemente la lección más difícil para los alumnos y, indiscutiblemente, la más importante de la teoría saussurena. Incluso se cree que Ferdinand de Saussure no enseñó este concepto recién hasta el tercer año de su curso. No viene mal para comenzar a entender este concepto un poco de historia. ¿Por qué fue tan importante Saussure y por qué se lo considera el padre de la lingüística moderna? ¿Qué cambió con él? Saussure concretó efectivamente un cambio de paradigma, hasta antes de su curso se estudiaba la lingüística de manera histórica (en nuestro blog se puede apreciar algo de este en nuestra publicación "¿Castellano o español"?), incluso él mismo estudió bajo ese paradigma. ¿Qué es esto de la lingüística histórica (la cual a su vez es llamada por Saussure como lingüística dinámica)? En principio, estudiar los cambios que sufrieron las lenguas a lo largo del tiempo, como los significantes fueron sido modificados, como aparecieron signos nuevos, como signos de otros idiomas se fueron adaptando a otros idiomas, etc.
Sin embargo, Saussure dice basta con eso y propone que la lengua debe ser estudiada de manera estática, es decir en un punto concreto en el cual los signos convivan con otros signos "contemporáneos". En otras palabras, no podemos comparar "casa" con "domum" ('casa' en latín), sino que a "casa" hay que compararla con "departamento", "hogar", etc. es decir estudiarla con los signos con los que convive. ¿Por qué? Porque casa, según Saussure, no comparte sistema con domum. Son sistemas totalmente distintos. Es como comparar humanos con dinosaurios, no tendría sentido epistemológico según él. Sí "casa" comparte sistema con "departamento" y "hogar". En resumidas cuentas, tenemos una oposición entre la lingüística estática (la que usualmente estudiamos hoy en día) y la lingüística dinámica. Pero esto no es nada, esto es nada más que la punta del iceberg. Ahora comienza lo difícil…
¿Qué es esto de el valor lingüístico entonces? Sin ninguna duda, el concepto fundamental de De Saussure para comprender cómo funciona el lenguaje como sistema. El valor de un elemento lingüístico no reside en su contenido o referencia externa, sino en su relación diferencial con otros elementos dentro del sistema lingüístico. Esto quiere decir que el valor lingüístico se basa en la oposición y la diferencia entre los signos lingüísticos. Cada signo adquiere su significado en relación con los demás signos que existen en el sistema. Es decir, el valor de un signo depende de su posición y función en el sistema de la lengua.
El gran maestro suizo señala que los signos lingüísticos se definen por su oposición binaria: un signo tiene significado en contraste con otros signos que poseen significados diferentes. Por ejemplo, la palabra "perro" adquiere su valor en contraposición a otros términos como "gato", "árbol" o "coche".
El ejemplo clásico que utiliza De Saussure es el del signo "cordero", el cual obviamente significa lo que todos sabemos que significa: 🐑. Sin embargo en inglés lamb no significa lo mismo que 'cordero', o mejor dicho no tiene el mismo valor lingüístico. ¿Cómo que "cordero" y "lamb" no significan lo mismo? ¡Si significan lo mismo! ¿Qué pasó aquí? ¿Enloqueció Saussure? Por supuesto que no, una vez más el maestro tiene razón. En castellano un cordero puede estar vivo o también puede estar cocinado en un plato, uno puede ir a restaurant y pedir cordero a la parrilla. Sin embargo, en inglés eso no es así: lamb es sí o sí un ser vivo. Para pedir cordero a la parrilla es menester pedir mutton. En otras palabras, en castellano el signo "cordero" no tiene adentro del sistema un "adversario" que le "quite" significado. En inglés sí, lamb y mutton conviven dentro del mismo sistema (el inglés en este caso), por lo cual se "oponen" y se "dividen" el significado (Saussure llama a esto "relación opositiva" o "negativa"). En otras palabras, lamb es lo que NO es mutton y mutton es lo que NO es lamb. (Como apostilla de color, en portugués ocurre lo mismo con el pollo. El 'pollo vivo' es galo y el cocinado es frango).
En resumen, el valor lingüístico es un concepto que destaca la interdependencia y la diferencia entre los signos en el sistema lingüístico. El valor de un signo se define en relación con su coexistencia con otros signos adentro del sistema. Es decir que el sistema (como conjunto) determina el valor de sus elementos. Este enfoque estructuralista de Saussure sentó las bases para comprender la naturaleza dinámica y relacional del lenguaje.
SEGUNDA ETAPA DE LA LINGÜÍSTICA MODERNA
A mediados de la década de los cincuenta, Noam Chomsky complejizó la teoría lingüística. Doctorado en lingüística formal en Harvard, fue contratado por el MIT (Massachusetts Institute of Technology) para enseñar su teoría, ya que es útil para estudiarse dentro del campo de la computación, el cual en aquel momento comenzaba a expandirse (las computadoras están basadas en un lenguaje binario compuesto únicamente por dos elementos: "0" y "1", las computadoras lo que hacen es formar diantas combinaciones con esos dos únicos elementos). En base a estas clases, publicó en 1957 el libro Syntactic Structures.
La tésis del libro sostiene que la lengua está compuesta, en principio, por un léxico y una gramática. La gramática articula el léxico para generar potencialmente infinitas oraciones. En este sentido, nosotros podríamos tomarnos la licencia de considerar ese "léxico" como el sistema de signos lingüisticos de De Saussure. (Como apostilla podemos agregar que esto responde a que Chomsky está interesado en lo que él llama "The Galilean challenge" -'El desafío de Galileo'-. Galileo Galilei ya mostraba interés en el hecho que el ser humano tiene la capacidad de construir con apenas 25 o 30 sonidos -es decir una cantidad finita de elementos- una variedad infinita de expresiones. También Chomsky pone atención en el interés de René Decartes en lo que considera "el aspecto creativo del uso del lenguaje").
¿Esto qué quiere decir? Que la lengua está compuesta por un sistema de elementos finitos (los signos no son infinitos), pero que se pueden combinar/articular de infinitas formas. Chomsky considera a la gramática como un sistema computacional combinatorio que genera oraciones. Ahora bien, desde un primer momento (décadas de los cincuenta y sesenta), Chomsky sostiene que la gramática está conformada por un sistema de reglas que determina la generación de oraciones gramaticales y que rechaza oraciones agramaticales. En conclusión, las oraciones gramaticales que puede generar una gramática mental son potencialmente infinitas. El objetivo de la lengua, entonces, es generar oraciones. La definición de gramática que propone el autor en su primer libro publicado Syntactic structures es la siguiente: "The grammar of L will be a device that generates all of the grammatical sequences of L and none of the ungrammatical ones." (Chomsky, 1957).
Un concepto importante en la teoría chomskyana es la distinción entre "competencia" y "actuación" (entiéndase, el habla en sí. Digamos la puesta en uso de la lengua para hablar). Chomsky sostiene firmemente que el objeto de estudio principal debe ser la "competencia", que se refiere al conocimiento implícito de la lengua que posee un hablante nativo. La competencia incluye la capacidad de generar y entender oraciones gramaticales, así como de reconocer las formas correctas e incorrectas del lenguaje. Contrariamente, la "actuación" se refiere al uso práctico del lenguaje en situaciones concretas, donde factores externos como la memoria, la fatiga o la distracción pueden influir en la producción lingüística. Chomsky descarta la actuación porque puede ser variable y estar sujeta a factores externos. Por el contrario, la competencia representa el conocimiento intrínseco y profundo que subyace en la capacidad de utilizar el lenguaje. What?!
Pasémoslo en limpio: a Chomsky le importa la producción, no el resultado; porque además, en la vida real (como somos seres humanos) estamos llenos de errores en nuestra habla (tal vez porque estemos cansados, borrachos, enfermos o lo que fuere), mientras que nuestra mente funciona de manera perfecta. En nuestra mente se genera perfectamente la frase "Pablito clavó un clavito", pero tal vez en nuestra actuación fallamos en la pronunciación. En otras palabras, la competencia es lo que nosotros tenemos en nuestra mente, la actuación es lo que después producimos: esto a Chomsky no le interesa. Por lo tanto, según este autor, la lingüística debe centrarse en el estudio de la competencia lingüística como fenómeno clave para comprender la esencia del lenguaje humano. Vean que aquí podemos observar que Chomsky es súper formalista. Él no pone el foco en qué decimos, sino cómo lo decimos; es decir no pone el foco en el contenido, sino en la forma. Chomsky es puro estudio de la forma como lingüista.
Veamos un ejemplo de cómo opera nuestra competencia lingüística: la gramática agarra un verboide (supongamos "postular"), y lo conjuga ("postular" se convierte en "postuló"). Luego, la gramática aplica la "operation merge" (en castellano, "operación ensamble" o articulación) con un sustativo (el sustantivo "Chomsky" se ensambla con el verbo y se genera "Chomsky postuló". Por último el verbo se ensambla con otro sintagma "la gramática generativa" (el cual a su vez es resultado del ensamble entre un artículo, un sustantivo y un adjetivo).
"Chomsky postuló la gramática generativa
"
(imagínense eso con un efecto similar al Tetris que va ensamblando piezas).
La oración final es "Chomsky postuló la gramática generativa".
Debemos aclarar también que adentro de la lengua hay una interfaz llamada "forma lógica", la cual implica un "sistema conceptual" cuya función es semántica, es decir que organiza el significado. (Entiéndase, una gramática podría generar, siguiendo reglas, oraciones sin sentido como "Las ideas verdes incoloras duermen furiosamente" o "Arturo comió una piedra". En términos técnicos, esas oraciones están bien generadas, son gramaticalmente correctas, pero no superan la interfaz de la forma lógica.)
Adquisición del lenguaje
Según Chomsky, en algún momento de la historia (posiblemente hace 200.000 o 300.000 años) hubo una repentina y fortuita mutación genética en nuestra especie: una expansión en el cerebro. Esto permitió que se creara un módulo en la mente con la facultad del lenguaje, cuya importancia radica en que esa gramática es capaz de combinar elementos finitos.
La lingüística generativa sostiene que los niños no “aprenden” a hablar, sino que “adquieren” el lenguaje de manera innata. Al igual que no se “aprende” a respirar, Chomsky sostiene que los seres humanos nacemos con una “facultad del lenguaje” que en los primeros años de vida “recolecta” datos lingüísticos con los oídos (con los ojos en el caso de los sordomudos). A los pocos años (hacia los tres años aproximadamente) esta “gramática” se estabiliza y evoluciona en un estado estable de la facultad del lenguaje: es cuando el niño ya puede exteriorizar sus pensamientos (en otras palabras, cuando ya puede hablar y comunicarse perfectamente). Por lo tanto, Chomsky considera que la lingüística debe ser estudiada como una subrama dentro de la biología.
Por otro lado, el autor también pone el foco en remarcar que, al venir la facultad del lenguaje por herencia genética, las lenguas maternas no se aprenden, sino que se "adquieren". Esto quiere decir que, al igual que los pulmones absorben oxígeno sin que nadie nos haya "enseñado" a respirar (en otras palabras, absorben innatamente el oxígeno), los niños desarrollan sus lenguas individuales de manera innata simplemente recibiendo los datos linguísticos externos.
Podríamos plantear, entonces, la idea de que los bebés nacen ya con una facultad del lenguaje, a la cual podríamos pensar como lengua 0, que en un breve período de tiempo (entre 2 y 4 años) se "estabilizará" como lengua 1, mejor conocida como lengua I (de "i"ndividual) o simplemente "estado estable de lengua".
Un ejemplo claro donde podemos observar cabalmente que a los niños no se
les enseña la lengua es el siguiente: un padre charlando con su pequeño
hijo comenta:
—Dijo tu mamá que mañana
te traerá
chocolates.—
Al día siguiente el niño le pregunta al padre:
—¿Qué me dijiste que mamá me va a
traer hoy?
Ningún padre les enseña a sus hijos: "Querido hijo, la correcta transformación interrogativa implica extraer el objeto directo de la oración subordinada y transformarlo en un que, el cual a su vez tiene que estar en la primera posición dentro de la oración principal". Por otra parte, tampoco nadie les enseña que al cambiar el hablante, también tiene que cambiar la persona del OI (me en lugar de te). Sin embargo los niños, en pocos años, ya tienen el conocimiento suficiente para generar este tipo de estructuras sintácticas complejas. Chomsky me asesinaría si me leyera lo que diremos a continuación, pero podríamos pensar en la "adquisición" como un proceso de "aprender solito". Es decir, nadie le enseña a hablar al niño, el niño "aprende solo". Podría decirse que el niño se enseña a sí mismo a hablar. Evidentemente esto que acabamos de decir es una metáfora, el término adecuado que utiliza Chomsky es adquisición, pero podríamos considerarlo de esa manera.
Esta facultad del lenguaje, al estar presente en absolutamente todos los bebés (cognitivamente sanos), sería universal. Por consiguiente, todas las estructuras sintácticas de absolutamente todas las lenguas serían, según el autor, exactamente las mismas. Esto se puede comprobar fácilmente porque cualquier bebé de cualquier etnia puede adquirir cualquier lengua. Un bebé hijo de padres extranjeros criado en los Estados Unidos adquirirá el inglés sin mayores esfuerzo, con celeridad y sin problemas exactamente como cualquier bebé estadounidense.
El lenguaje como instrumento del pensamiento
A diferencia de la visión convencional e intuitiva que consideraría al lenguaje como una herramienta de comunicación, Chomsky sostiene que su función radica en el proceso del pensamiento. Para este lingüista, el lenguaje no está destinado a la comunicación, sino que posee un papel fundamental en nuestra capacidad de pensar y razonar de manera profunda. Esta perspectiva desafía las concepciones tradicionales que enfocan exclusivamente el aspecto comunicativo del lenguaje.
Según el autor, el lenguaje es una herramienta cognitiva que nos permite estructurar y organizar nuestras ideas de manera precisa y compleja. A través de su uso, podemos construir representaciones mentales, manipular el pensamiento y expresar razonamientos abstractos. Desde su punto de vista, el lenguaje es un recurso innato que todos poseemos, y su dominio nos capacita para generar nuevas ideas y fomentar la creatividad.
Pero, ¿cuál es el fundamento de la postura de Chomsky sobre la función primordial del lenguaje en el pensamiento? Su argumento se basa en la estrecha relación que establece entre el lenguaje y la mente humana. Según su teoría, el lenguaje posee estructuras y reglas universales compartidas por todos los seres humanos. Estas estructuras nos permiten organizar nuestros pensamientos de manera sistemática y desplegar nuestra capacidad creativa de manera efectiva.
En conclusión, Chomsky nos invita a reconsiderar el lenguaje como una herramienta poderosa para el pensamiento. ¿Pero entonces el lenguaje no tiene como función que nos comuniquemos? Exactamente, aunque parezca antintuitivo y llamativo, has entendido correctamente. Es esa la postura de este lingüista oriundo de filadelfia. Este lingüista considera a la comunicación como un epifenómeno del lenguaje, esto quiere decir un fenómeno accesorio que acompaña al fenómeno principal. Es decir, la función verdadera función del lenguaje es estructurar el pensamiento, pero de yapa sirve además también para comunicarse, pero esto accesorio.
Volvamos un minuto al primer párrafo de la sección anterior sección. ¿Alcanza una mutación genética para poder los humanos ser tan distintos al resto de los animales? La hipótesis de Chomsky es que fueron necesarias al menos dos grandes mutaciones (y esto será vital para entender por qué el lenguaje es originalmente un instrumento del pensamiento, no de la comunicación), la segunda tiene que ver con una mutación en las cuerdas vocálicas. Sin cuerdas vocálicas evolucionadas, incluso con gramática, no podríamos comunicarnos (pero sí pensar).
Pensemos el siguiente ejemplo, supongamos que le hacemos una operación a un gatito en la cual le transplantamos con suceso un cerebro humano (remarquemos lo de éxito, supongamos que la operación es un éxito absoluto y sale a la perfección). ¿Esto sería suficiente para que este gatito pueda charlar con cualquier ser humano? Evidentemente, no. ¿Por qué? Porque él únicamente tendrá la capacidad de adquirir el lenguaje y poder entenderlo perfectamente, pero no podrá responder bajo ningún punto de vista ya que sus cuerdas vocales no están evolucionadas como para poder decir otra cosa que no sea "miau", "miau". En resumen, nos podrán entender, pero no nos podrán contestar. Se parecería al caso de una persona que, por algún motivo (supongamos un fortísimo dolor de muela o alguna lesión en la mandíbula), no pueda hablar. ¿Esta persona por no poder hablar significa que no tenga lengua? Bajo ningún punto de vista: la tiene y la usa perfectamente en su mente. Únicamente no puede exteriorizar sus pensamientos.
La "modularidad" de la mente según Chomsky
La visión epistemológica de Noam Chomsky sobre el lenguaje y su relación con la mente humana se basa en el concepto de "modularidad" (este concepto es desarrollado por el el filósofo analítico y psicólogo estadounidense Jerry Fodor). Chomsky es considerado un nativista, lo que significa que sostiene que la capacidad de adquirir y desarrollar el lenguaje está determinada por una facultad innata presente en todos los seres humanos, lo cual conduce a la universalidad de la gramática humana.
Según Chomsky, el cerebro humano contiene una "caja negra" o "módulo" específico para el lenguaje, una estructura cognitiva especializada que se encarga de procesar la información lingüística de manera autónoma y rápida. Esta "caja negra" es independiente de otras funciones cognitivas y se activa automáticamente cuando nos enfrentamos al lenguaje. Esta teoría de la modularidad implica que el lenguaje es una facultad mental específica, no simplemente una habilidad general adquirida a través de la experiencia y el aprendizaje.
Para Chomsky, la modularidad del lenguaje implica que los seres humanos están genéticamente programados para adquirir el lenguaje y desarrollar una gramática interna. Esta gramática interna actúa como un conjunto de reglas y principios universales que nos permiten generar y comprender un número infinito de oraciones. Es destacable aquí que, ante el hecho de "dividir" a la mente en distintos modulos, la mente se vuelve un sistema cuyos elementos inteactúan entre sí. Esto puede explicar por qué algunas partes del cerebro pueden estar dañadas y sin embargo el cerebro seguir funcionando correctamente (una explicación potable sería que un pequeño daño no destruye la totalidad del cerebro, si un módulo no está funcionando bien, lo pueden estar suplantando otros). Una hipótesis sería que el léxico es un módulo de la mente y la gramática otro, por lo cual módulos independientes que trabajan en conjunto. Un punto favorable de la modularización es que esto permite ahorrar recursos. NO es lo mismo que toda la mente se aboque a una tarea a que un único módulo lo haga. La división del trabajo permite que la mente pueda hacer varias cosas al unísono ya que puede relegar tareas en distintos módulos diferentes.
Principios y parámetros (1981) (Lección avanzada extra opcional: hacé click si querés leerla)
El paso de los años (han pasado ya largos 24 años desde la publicación de Syntactic Structures) ha hecho correr ríos de tinta por parte de seguidores y detractores de Chomsky. Muchos aportes teóricos y correcciones a la teoría "estándar" fueron apareciendo. Básicamente la crítica principal es que el ser humano (y más precisamente el niño pequeño que ya habla) debe conocer demasiadas reglas en un período muy corto de tiempo. No se puede descartar esto, pero en principio suena muy ambicioso. Es por eso que el propio Chomsky intenta simplificar un poco su teoría. Eso sí, el núcleo de su teoría y su axioma no sufrirán modificaciones: la gramática es un sistema computacional mental cuyo objetivo es generar oraciones. En este punto el autor no admite discusión, aunque sí tal vez haya que replantear cómo se generan estas oraciones. Para corregir/mejorar la explicación de su teoría, Chomsky postula la metáfora del conmutador (hoy en día, no tenemos ni la menor idea qué es un conmutador, pero recordemos que Principios y Parámetros es una teoría de 1981).
Un conmutador es un aparato que tiene interruptores (como la térmica de la electricidad en la cocina), los cuales pueden estar en una determinada posición o en otra (vean que los formalistas siempre son binarios, es A o B. Recuerden a De Saussure. O por que no incluso podríamos pensar esto como valores booleanos). Para Chomsky, cada hablante nativo tiene un conjunto particular de "Principios" que rigen su gramática interna. Estos principios son como las reglas fundamentales que determinan cómo estructuramos nuestras oraciones y organizamos nuestras ideas.
Ahora, aquí es donde las cosas se ponen realmente interesantes. En lugar de tener una gramática fija para toda la vida, Chomsky propone que hay ciertos "Parámetros" que pueden cambiar, como interruptores lingüísticos que pueden encenderse o apagarse. Estos parámetros, a diferencia de los principios, son ajustes específicos que diferencian las gramáticas de una lengua a otra. Ejemplo concreto: todas las lenguas tienen sujeto (eso es un principio), pero algunas lo tienen obligatorio (el inglés) y otras optativo (el castellano). Esos son los parámetros: puede ser A o puede ser B. Siguiendo la metáfora del conmutador, el principio puede estar encendido o apagado.
Volvamos a la idea de competencia y actuación, pero ahora con los Principios y Parámetros. La competencia es como el conjunto de herramientas en tu mente, es decir, esos principios fundamentales que todos compartimos. Los parámetros, por otro lado, son como los ajustes personales que varían de un individuo a otro.
Pongamos otro ejemplo, pensemos en la posición del verbo en una oración. Supongamos que tenemos en nuestra mente un interruptor llamado "Posición del Verbo". Algunos hablantes nativos pueden tener este interruptor configurado para que el verbo esté al principio de la oración, mientras que otros lo tendrán configurado para que el verbo aparezca al final (el japonés, por ejemplo). Esto no significa que uno sea correcto y el otro incorrecto; simplemente son configuraciones diferentes de un mismo principio.
Ahora bien, ¿cómo adquirimos estos Principios y Parámetros? Chomsky sugiere que al nacer, todos compartimos un conjunto universal de Principios, pero a medida que nos sumergimos en nuestra lengua materna, ajustamos los Parámetros de acuerdo con lo que escuchamos. Vean que esto no cambia el axioma chomskyano del proceso de adquisición del lenguaje. Todos venimos a este mundo con una facultad del lenguaje con parámetros, pero nosotros los acomodamos (generalmente con valores booleanos) a través de los datos lingüísticos primarios, es decir con lo que escuchamos que hablan los adultos que nos rodean cuando niñitos. Es que decir que a medida que absorbemos el lenguaje que nos rodea, configuramos esos interruptores lingüísticos de manera casi automática, sin la necesidad de una instrucción formal.
X' (o también llamada X con barra)
Acá viene la gran estrella de esta segunda etapa de la lingüística chomskyana. Hasta ahora hemos visto que ya no sería tan explicativo que los niños tengan que adquirir tantas y tantas y tantas reglas. Hemos visto que todos venimos con los mismos principios, sólo que a algunos los marcamos en nuestro conmutador "estos sí" y a otros "estos no". Pero eso no es todo, Chomsky sostiene que absolutamente todos los sintagmas se comportan de la misma forma, es decir que absolutamente todos los sintagmas (incluso la oración entera, ya que la oración es un sintagma) tienen el mismo comportamiento. Y esto tiene lógica, porque todos los sintagmas tienen núcleo. Si no hay núcleo, no hay sintagma. A partir del núcleo (en este caso una X), se llega al sintagma (en este caso SX)
La teoría se llama "X con barra", pero tranquilamente podría llamarse "N con barra" (N de núcleo). Lo importante es que X es una variable, que puede ser reemplazada con cualquier cosa. Si se reemplaza con una P (preposición), tendremos como producto final un SP y así sucesivamente. Chomsky propone que esta estructura es válida para todos los sintagmas.
Siguiendo con la idea de la modularidad, cada uno de estos sintagmas se genera a través de la misma operación fundamental llamada "Merge". Merge permite combinar dos elementos para formar un nuevo elemento más grande. En el caso de los sintagmas, la operación Merge combina el núcleo (X) con sus proyecciones (la barra), generando así la estructura completa del sintagma.
Este enfoque simplifica la complejidad aparente de la adquisición del lenguaje. En lugar de aprender reglas específicas para cada tipo de sintagma, los niños simplemente necesitarían comprender cómo funciona Merge y cómo aplicarla a diferentes elementos (núcleos y proyecciones). De esta manera, se reduce la carga de aprendizaje y se explica la uniformidad en la estructura de los sintagmas.
CONCLUSIÓN
Similitudes:
- Enfoque mentalista: Tanto Saussure como Chomsky adoptaron un enfoque mentalista del lenguaje, reconociendo la importancia de la mente en la producción y comprensión del lenguaje.
- Enfoque mentalista: Ambos lingüistas se centraron en la estructura del lenguaje. Saussure se enfocó en la estructura de signos y cómo se relacionan en un sistema, mientras que Chomsky se centró en la estructura gramatical de las lenguas.
Diferencias
Una de las diferencias más notorias entre Chomsky está en el lugar en que ubican la lengua. Si bien ambos son mentalistas, para Saussure la lengua está en la suma de las mentes de una comunidad determinada. Es una suerte de análisis sociologista. Chomsky está en desacuerdo con esto, para él la lengua es totalmente individual: cada lengua es única, no se comparte con otras personas. Este tiene lógica en el sentido de que absolutamente nadie puede hablar exactamente igual que yo (incluso ni yo mismo podría hacerlo).
Además, si nosotros tomamos la hipótesis de que el léxico es el sistema de signos de De Saussure, encontramos que la teoría saussureana es correcta, pero incompleta. Si bien es cierto que la lengua está compuesta por signos (o por un léxico, en su defecto) estos signos resultan aislados. En términos chomskyanos no harían absolutamente nada. De ahí que a la lengua, además de signos, habría que agregarle una gramática. En consecuencia la lengua sería un sistema que tiene (al menos) dos sistemas en su interior, un sistema de signos y un sistema computacional. ¿Para qué esto? Para generar oraciones, obviamente. Es decir, en términos chosmkyanos, la lengua de De Saussure no genera nada. Sería como una lengua que no hace nada. La gramática generativa de Chomsky, en cambio, tiene como objeto de estudio a una lengua que genera oraciones combinando el léxico con las reglas de la gramática.
Fuentes bibliográficas:
- De Saussure, Ferdinand (1916). Cours de linguistique générale. Paris: Payot.
- Eguren, Luis y Fernandez Soriano Olga (2004). Introduccion A Una Sintaxis Minimista. Madrid: Gredos.
Profe yo le habia dicho que estaba mal la palabra de la frase arturo comio una piedra , y que usted habia puesto pierda.
ResponderBorrarSoy ciro latanzi