Inglaterra feudal y Robin Hood
Introducción
De Camelot a Sherwood: similitudes y diferencias
La unidad anterior presentó un ideal caballeresco: en Camelot, el rey Arturo y sus caballeros mostraban un código de conducta que defendía al débil, exigía cumplir la palabra y subordinaba el poder a reglas. Ese ideal no describe siempre lo que ocurrió, pero sirve como vara de medida: indica cómo deberían obrar los poderosos.
Ahora pasamos a un escenario histórico: la Inglaterra feudal de los siglos XII–XIII. Tras la invasión normanda (1066), la población quedó organizada como una pirámide: en la cúspide, el rey; debajo, condes y abades; más abajo, alguaciles y sheriffs; en la base, quienes trabajaban la tierra. En tiempos de Enrique II y, sobre todo, durante la ausencia de Ricardo Corazón de León (partió a la Tercera Cruzada, una guerra contra los musulmanes), su hermano Juan Sin Tierra recargó con impuestos a los más débiles. Ese es el problema central en Robin Hood: los de arriba tienen privilegios a base de apropiarse con el dinero de los trabajadores; los de abajo sufren hambre y miedo.
Qué se conserva del mundo artúrico
- Un código moral. En Camelot lo dicta la caballería; en Sherwood surge el “código de los proscritos”: no dañar a campesinos ni trabajadores, ayudar a quien sufre injusticias, juzgar por acciones y no por títulos, y proteger a las mujeres. La jefatura de Robin se apoya en mérito y confianza, no en un título.
- El problema del poder. En Arturo, el poder aparece ordenado por la virtud; en Robin, el poder se tuerce: leyes del bosque que reservan la caza al rey, multas y cobranzas forzadas. El contraste es didáctico: ideal de justicia (Camelot) frente a ejercicio real del poder con privilegios (Sherwood).
- Economía moral. Camelot habla de honor; Sherwood es más realista: distinguir entre propiedad legítima y riqueza injusta. Si la ley da ventajas especiales a unos pocos, el que trabaja pierde. A veces desobedecer puede ser justo si una norma lastima la vida, la libertad o tus cosas. En otras palabras, en el ciclo artúrico se observa cómo debería ser el gobierno (honrado, justo, defensor del pueblo), mientras que en Sherwood vemos cómo verdaderamente es (déspota, injusto, ventajero).
1) ¿Qué es el feudalismo?
El feudalismo era un sistema de ventajas injustas. El señor ofrecía protección y tierra; el campesino debía entregar trabajo, dinero o parte de la cosecha. En teoría parecía un acuerdo; en la práctica, si el campesino no cumplía, aparecía la fuerza: el sheriff (funcionario armado del poder) o los hombres del abad (poder religioso con tierras y rentas). En una sociedad libre, la gente acuerda sin presiones; en el feudalismo, te cobraban a la fuerza. Juan Sin Tierra no generaba riqueza: la quitaba al campesinado mediante cobros y multas. Ese traslado del trabajador al poderoso es la organización económica central del período.
2) La “ley del bosque” y por qué importa
Los reyes reservaron grandes áreas —como Sherwood— para su caza. Las leyes forestales declaraban que los animales eran del rey y castigaban con dureza a quien cazara para comer. Cuando un hombre con hambre atrapaba un ciervo pequeño, no dañaba a nadie; sin embargo, el poder lo trataba como gran delito. Esa injusticia —hambre para unos, lujo para otros— explica por qué muchos perseguidos buscaron refugio en el bosque y se unieron bajo un código de ayuda mutua y resistencia.
3) ¿Quién es Robin Hood?
Robin Hood es un personaje legendario mencionado en 1377, cuando William Langland alude a los “romances de Robin Hood” en Piers Plowman. No es un documento oficial, sino poesía que muestra que ya circulaban sus historias. Con el tiempo, canciones y cuentos sumaron compañeros —Pequeño Juan, fraile Tuck— y enemigos —el sheriff de Nottingham, el abad de Santa María—, junto a temas persistentes: campesinos perseguidos, Lady Marian, impuestos injustos y un pueblo que se organiza.
4) ¿Robar a los ricos para dar a los pobres?
La pregunta no es si alguien es rico o pobre, sino cómo consiguió su dinero: si fue con ventajas injustas de la ley, no es justo. Si es con trabajo y comercio, sí lo es. El pequeño comerciante o el campesino que producen y ahorran no son enemigos de nadie. Por eso, en las mejores versiones, la banda no ataca a trabajadores ni viajeros humildes; su blanco son quienes usan la ley para despojar. Para entender a Robin, hay que distinguir entre propiedad ganada con trabajo y riqueza obtenida con trampas legales.
5) El sheriff y el abad: dos caras del mismo poder
El sheriff no era malo por gusto personal, sino por su cargo: debía cobrar impuestos y hacer cumplir castigos. El abad era jefe de un monasterio y gran terrateniente con ventajas especiales. Ambos tenían protección (muros, sellos, guardias) y casi nunca recibían castigo. Los cuentos muestran torneos donde la habilidad vence a la soberbia, emboscadas que ridiculizan al sheriff y rescates que devuelven tierras a sus dueños originales.
6) El “código de los proscritos”
En Sherwood nació un código propio: no dañar a los campesinos, proteger a las mujeres, compartir con los necesitados y juzgar por actos, no por títulos. Es un acuerdo voluntario que muestra que las personas pueden cooperar sin un poder central vigilándolas. La autoridad de Robin surge del mérito, la valentía y la confianza de su gente.
7) Economía moral
- Impuestos: Si suben, la gente se empobrece, ahorra menos y no puede protegerse ante un mal invierno.
- Privilegios: cuando la ley elige ganadores (monopolios, rentas, peajes), distorsiona precios y quita riqueza al que produce para dársela al que manda.
- Resistencia: no toda desobediencia es “delito”; a veces es defensa justa frente a una norma que atropella vida, libertad o propiedad.
8) ¿Y la historia “real”?
Los historiadores discuten si hubo uno o varios Robin, si vivió en otra fecha, o si fue mezcla de distintos personajes. No podemos asegurarlo, pero a nosotros nos basta con preguntar: ¿qué problema intenta resolver la leyenda? La respuesta poética es un arquero que protege a los humildes; la histórica, siglos después, es poner límites al poder y reconocer derechos frente a impuestos y castigos injustos.
Glosario
- Feudo: Paquete de tierras entregado por el señor a cambio de trabajo o servicios.
- Sheriff: Autoridad local del rey; cobraba impuestos, ponía multas y arrestaba.
- Abad: Jefe de un monasterio; en esa época, también dueño de muchas tierras.
- Proscrito: Persona declarada “fuera de la ley”; cualquiera podía capturarla.
- 
        Sherwood: Bosque cercano a Nottingham, escenario clásico de la
        leyenda.
Epílogo pedagógico
No aprendemos de Robin a “odiar al rico”, sino a desconfiar de las ventajas injustas; no aprendemos a “romper la ley”, sino a discernir entre ley justa y ley injusta. No glorificamos la violencia, sino el coraje cívico que, en las leyendas, toma forma de arco y, en la vida civilizada, se expresa en límites y derechos. En otras palabras, Robin Hood no les robaba a los ricos para dar a los pobres: devolvía a la gente lo que el gobierno les había quitado injustamente.
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    Actividad: Sherwood bajo la lupa — normas, símbolos y decisiones
Objetivo: Analizá el código de los proscritos, los símbolos (bosque, arco, flecha) y los dilemas de liderazgo en este texto y en el PDF de clase, produciendo tus propias evidencias y argumentos.
hola profe
ResponderBorrarprofe soy jenifer la imagenqmande es de la pagina 16 del ultimo parrafo 👍
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